Despiértese, que es tarde, me grita desde la puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.
ANA MARÍA SHUA. La sueñera.
EL DINOSAURIO
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
AUGUSTO MONTERROSO. Obras completas.
ANÓNIMO. Minificción mexicana.
EL GESTO DE LA MUERTE
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
- ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le prestó uno de sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza –le responde la Muerte- sino de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana, y debo tomarlo esta noche en Ispahán.
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
- ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le prestó uno de sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza –le responde la Muerte- sino de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana, y debo tomarlo esta noche en Ispahán.
JEAN COCTEAU. Le grand Écart.
No suelen gustarme demasiado los microrrelatos, pero esta selección suya me hace renegar de lo dicho.
ResponderEliminarSaludos.
¡Muchas gracias!
EliminarSaludos